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Imagen: The grand doctor by "Hibbary" Hillary Luetkemeyer..
Infinita sombra de penas, de lágrimas, de deseos, incansable trabajadora de la oscuridad, ¿no te duele la desdicha que conllevan tus labores? ¿No te apena?
Perro negro del dolor, ahogate hoy en los sollozos mortales de tus victimas, en el filo interminable que desgarra esta garganta, ese poder que se afila con lágrimas, dolor y sufrimiento.
Te paseas por esos lares, dejando hueco en este estomago vació, cicatrices en la mente, putrefacción en el alma… talvez, solo talvez, un pequeño suspiro de paz… llevame, traga esta pena, traga esta mente corrupta, abraza con tus crueles manos a este humano que implora el sueño eterno.
Carcome las alas de la majestuosa mariposa que ahora alimenta a gusanos podridos en el río que lleva a nuestra barca, hazlo antes de cruzar esa puerta…antes de que tus alas me cobijen, antes de que el sentimiento penetre en mi y me destruya… dame paz, dame descanso, no quiero que el barquero vea mi rostro y sienta lastima por este cuerpo enfermo.
Se que eres desdicha entre los vivos, pero para mi eres un alivio porque no solo permites que mi mente se desintegre en miles de palabras, no solo eso, también me das descanso, me alejas de este dolor, de esta vida terrenal y me llevas al lugar del que nadie sabe nada…
No hay final ni limite para el demonio de los infiernos, así como tampoco lo hay para el escrito que encierra a esta entidad, no teman, pues les prometo que solamente será un tajazo rápido y suave que terminara con su sufrimiento terrenal.
Atentamente, la voz de tus pesadillas…